La oferta de trabajos y las capacidad de su población para el emprendimiento y negocios, han potenciado a Baja California en un lugar con amplias oportunidades.
Si algo caracteriza a Baja California, es su capacidad de
empuje y progreso, además las oportunidades que ofrece el estado son muchas,
debido a su ubicación fronteriza propicia el comercio, la manufactura y las
grandes empresas que otorgan empleo.
A pesar de la pandemia COVID-19 en Baja California se han
reactivado con base en protocolos y una estrecha coordinación con gobiernos del
estado y municipales, la economía y el turismo, los cuales generan fuentes de
empleo y hacen progresar la economía de la región. Se han reactivado más de
3,862 unidades económicas, previo análisis de protocolos, que representan más
de 41,000 empleos directos y 83,000 indirectos.
Se estima en Baja California existen 617 bares, mismos que
generan 7,129 empleos, con una producción bruta total de 1,748 millones de
pesos. Además el sector manufacturero es pilar en la economía mexicana y en el
estado, siendo un elemento primordial para la economía que genera gran cantidad
de empleos. Debido a su dinámica demográfica y económica distinta a la del
resto del país, pues los constantes flujos poblacionales que llegan a la región,
son percibidos como una zona oportunidad para sus habitantes.
La cercanía con la frontera de Estados Unidos y los flujos
migratorios, se conjugan para crear un creciente atractivo del Estado como una
alternativa para alcanzar un mejor nivel de vida, al igual que la capacidad
emprendedora en Baja California que se observa en el fuerte aumento de la
población ocupada en los micronegocios y emprendimientos. Posee fuertes
vínculos con el exterior, lo hacen generar flujos de comercio que son
determinantes en la actividad económica de la región.
Comercio exterior como
base económica
Baja California es la entidad con la economía más abierta
del país, con un comercio exterior que representa 2.8 veces el tamaño de su PIB
según el Instituto Mexicano para la Competitividad.
De acuerdo con el Bureau of Transportation and Statistics de
Estados Unidos, las exportaciones de California a Baja California mantuvieron
una tendencia creciente al pasar de 4,942 a 12,137 millones de dólares entre
1995 y 2008, en que se observa el mayor nivel de intercambio comercial. Sin
embargo, a consecuencia de la fuerte disminución de la actividad industrial en
la región transfronteriza, durante 2009 se observa una disminución de 13% en
los flujos de bienes de California a la entidad; y en 2011 una disminución de
3.8%.
Sin embargo a pesar de ello, el flujo de personas y
vehículos aún mantiene a la región como la más dinámica de la frontera norte de
México y a escala mundial. De hecho, la región de San Diego y Tijuana es la zona
urbana y económica fronteriza más grande a lo largo de toda la frontera
México-Estados Unidos, por lo cual el comercio es un factor clave dada la alta población
y flujo constante de personas que transitan por la región.
La influencia de la migración
como factor determinante
La configuración original del mercado fronterizo de Baja
California se caracterizó por la ausencia de la industria nacional y la fuerte
presencia de hábitos norteamericanos de consumo. En consecuencia, el desarrollo
económico fue alentado con un régimen de zona libre que permitió la formación
de un fuerte sector empresarial en todas las actividades económicas,
principalmente en el comercio y los servicios.
Por su cercanía con el mercado laboral de California, sus
ciudades se convirtieron en un importante destino de la migración interna. La
dinámica poblacional continúa presionando la infraestructura estatal debido a
las crecientes oportunidades de empleo que brinda la agricultura de exportación
en gran escala que se desarrolla en los valles; del fuerte sector comercial y
de servicios que con los años se ha formado para atender a los visitantes del
sur de California que se internan con múltiples motivos en la frontera
mexicana; y del dinamismo industrial que ha caracterizado los últimos tiempos del
crecimiento económico bajacaliforniano.
Evolución y visión a
futuro de Baja California
La evolución de los indicadores de población, producción y
ocupación de Baja California mantienen la tendencia de crecimiento a largo
plazo, esto consolida la posición del estado como un polo de atracción de
empresas y de corrientes migratorias.
Baja California se mantiene dentro de los estados con mayor
captación de inversión extranjera en el país, asimismo la producción
manufacturera muestra una clara tendencia creciente. La actividad maquiladora
ha contribuido a desarrollar el crecimiento industrial en el estado y que ha
influido de manera importante en la conformación de una nueva base regional de
crecimiento económico, que es base de la transformación de todos los aspectos
de la dinámica tradicional de la región.
Asimismo, debido a la importancia estratégica de las micro y
pequeñas empresas como generadoras de ocupación, se debe fortalecer la política
industrial que favorece el aprendizaje y la innovación empresarial como
elementos esenciales que les permitan crecer y competir en los mercados
internacionales cada vez más competitivos, ya sea directamente o como
proveedores en la cadena de valor de las grandes empresas de exportación.
El desarrollo regional es un proceso de cambio que implica
tanto el crecimiento económico como el mejoramiento de las condiciones de vida
de la población. Por ello, una política industrial orientada a incentivar el
desarrollo regional a través de la infraestructura física y educativa favorece
las empresas y el desarrollo de redes de proveedores como parte
fundamental de los encadenamientos industriales.
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